Description
Sin stock. Solicite información
Cuando Bruno no tenía inglés, ballet, violín ni yudo, se aburría, seaburría mucho. Y el tiempo se estiraba como un chicle de fresa.Entonces se dedicaba a perseguir a papá y a mamá por la casarepitiendo sin parar: «Me aburro como un burro». Menos mal que en unavisita a su abuelo, Bruno descubrió un maravilloso secreto contra elaburrimiento. ¿Quieres conocerlo tú?
«Me aburro como unburro», es la cantinela que Carmen Gil repetía de pequeña junto a susamigos de infancia. Con un relato exquisito, tal y como Carmen nostiene acostumbrados y con unas divertidas ilustraciones de la mano deMarta Mayo. «Me aburro como un burro», sin duda, una encantadorahistoria.
Reviews
There are no reviews yet.